Es que es una continua tensión. Yo no suelo mentir pero tengo ciertas historias falsas que sigo prolongando en el tiempo. Por ejemplo esa de que perdí la virginidad a los 15. Mentira cochina, cochinísima. A esa edad me lié por primera vez con una tia, pero solo fueron unos besos y muy mal dados. Por aquel entonces yo era muy muy tonta, supongo que como cualquier chica de 15 años. Ella era mayor que yo, cosa que a mi me encantaba, pero aún no sabia que eso era una gran pega para que yo le pudiera gustar. De hecho, ya por aquel entonces me inventé la historia de que había tenido novia para no parecer tan pardilla. Eso me dejó en peor lugar.
En realidad la perdí nada mas y nada menos que el día de mi dieciocho cumpleaños y con un tío. Si ese tio se enterase de eso, además de no sorprenderle me lo estaría repitiendo a diario. Por pura satisfacción feminista, ese secreto se irá conmigo a la tumba. Por feminista y por mentirosilla.
P.D: El día que tenga una hija tendré que cambiar la historia o seré la madre mas enrollada del mundo.